21 de julio de 2008

El encanto de Ubud

Partimos hacia Ubud temprano, con Nyoman. "We will find traffic", nos advirtio. "You are very lucky, you will be in Ubud during the King's Cremation". Cuando la Lonely Planet decia que era imposible pasar por Bali sin vivir algun tipo de celebracion, nos espere jamas que viviriamos, ademas, parte de la historia de Bali.

Tras una habil maniobra de Nyoman (el trafico en Ubud estaba cerrado), logramos llegar hasta la puerta del Kajane Mua. El hotel supero cualquier expectativa que haya podido tener. "Welcome", nos dijo el amable portero. Tras cruzar unos preciosos jardines tropicales y un pequeno estanque con peces, llegamos a lo que formalmente era el lobby del hotel: una agradable habitacion con dos amplios muebles balineses y vistas al jardin y a una pequena parte de los campos de arroz.
Nos esperaban con sarongs y cinturones especiales para la gran ceremonia.

Tras dejar el equipaje en la habitacion, partimos hacia el Palacio de Ubud, donde se celebraria la Cremacion. El cuerpo del Rey de Ubud habia estado 3 meses (si si, 3 me-ses!) en conservacion en espera del dia correspondiente para ser cremado. Schira nos acompano a la Cremacion, se preocupo por darnos un pequeno puesto bajo la sombra. "Mejor ponernos aqui porque cuando comience la cremacion todo el mundo comenzara a empujar. Muchos ya estan borrachos". Borrachos? Pense, es que esto acaso no es un evento solemne, donde se "reza" por un rey, se le despide y se le llora si hace falta? Que equivocada estaba! La Cremacion resulto ser un festin con altisimas carrozas doradas. Esta seria una cremacion importante que incluia a familiares de la realeza de Ubud y, por supuesto, al Rey. Cada carroza llevaba un cuerpo, mientras mas alta era la torre de la carroza, mas importante era el personaje a cremar. La torre del Rey media 30 metros. Cada carroza era llevada por un grupo de "afortunados" hombres que para poder cargar con tanto peso debieron tomar litros y litros de arak. Uno de los momentos mas importantes consistia en subir a traves de unas escaleras, el cuerpo a cremar. Entre gritos, risas, comentarios de una especie de narrador indonesio que iba contando anecdotas y chistes varios, subian el cuerpo hasta la carroza mientras una banda de musicos sonaban sus tambores. "Mientras mas alto suene la musica, mejores energias habran para que los muertos lleguen al paraiso" Obviamente la palabra "paraiso" fue la manera que mejor encontro Schira de explicarme en ingles.


Luego de horas de calor y entablar conversacion con varios de los asistentes a la ceremonia (en Indonesia es imposible estar cerca de alguien m'as de 5 minutos sin que te pregunten de donde eres), cargaron las carrozas y comenzo el corto pero lento camino hacia el punto culminante de a ceremonia. A su paso las coloridas carrozas (el rojo y el dorado son colores predominantes) iban arrastrando cables electricos, techos de algunas cabanas y postes. Nos reimos mucho. Una de las cosas que mas aprecio de los indonesios es su excelente buen humor, esa actitud positiva que les hace sonreir ante todo. En medio de este evidente caos, todo el pueblo reia y aplaudia. Ya tocaria despues reparar los danos...

De vuelta al Kajane

Volvimos al hotel, exhaustos, para ver nuestra habitacion (aun no estaba desocupada cuando llegamos). Nuevamente, el Kajane logro sorprendernos. Un dormitorio precioso, con vistas al jardin de platanos, flores tropicales y cocoteros, y a la piscina privada que compartiamos con 3 villas mas. Simplemente espectacular.

Nos alistamos y salimos a recorrer el pueblo. Ubud es un pueblo encantador, con calles estrechas, llenas de galerias, de tiendas de artesania, de ropa de disenyo y de restaurantes preciosos, con jardines tropicales y una excelente oferta de cocina balinesa. Ubud, es capital cultural de Bali. En sus casas habitan pintores, escultores, artesanos y poetas. Esta caracteristica se siente en sus calles.

Este dia que habia comenzado en la caotica Kuta, terminaba en el Cafe Wayang, en Ubud, a la luz de las velas, en medio de jardines y fuentes, disfrutando de una Bintang y del mejor Nasi Campur que he probado. Ubud nos habia ya enamorado.